El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, presentó un plan de estímulo para la economía estadounidense por 1,9 billones de dólares (trillones, en inglés), que buscará votar de inmediato en el Congreso y que incluye cheques directos de 1.400 dólares para las familias.
“Necesitamos más acción, más políticas bipartidistas”, dijo este jueves el mandatario que asumirá el próximo 20 de este mes, sobre la crisis económica abierta por la pandemia del coronavirus, durante un acto en Wilmington (Delaware), del que participó junto a su equipo económico.
“No podemos darnos el lujo de la inacción”, afirmó, en una clara alusión al gobierno del republicano Donald Trump.
El plan es ambicioso pero posible, habían afirmado fuentes gubernamentales más temprano, sobre las distintas dimensiones del proyecto anunciado por Biden. Para financiarlo, está previsto que el gobierno emitiría deuda. Sin embargo, de acuerdo con las palabras del presidente electo, “los beneficios del plan superarán ampliamente sus costos”.
Control en el Congreso
Considerando que el partido demócrata pasará a controlar ambas cámaras del Congreso, tiene amplias chances de ser aprobado. El líder de la futura bancada mayoritaria en el Senado, Chuck Schumer, aseguró que el proyecto será el primer tema del año en ser discutido.
Entre sus propuestas también se incluye un respaldo específico a través de exenciones fiscales para las familias con niños.
El paquete también contempla ayuda a los gobiernos estatales y locales para garantizar la reapertura de escuelas a nivel nacional.
Y para aumentar de manera considerable la velocidad del plan de vacunación en el país. Biden ha comunicado su objetivo de lograr que 100 millones de estadounidenses hayan sido vacunados para el momento en que su administración cumpla 100 días. Durante su discurso, Biden consideró que la distribución de la vacuna “ha sido un fracaso”.
Ayudas
Además, estas ayudas, presentadas como medidas de emergencia, se complementarán “en las próximas semanas” con un innovador plan de inversiones orientado a la recuperación económica.
El plan de Biden para revitalizar la debilitada economía incluye USD 350 mil millones para ayudar a los gobiernos estatales y locales, así como un fondo adicional para las escuelas y las vacunas contra el COVID-19, dijeron el jueves altos funcionarios de su administración de transición.
“Estamos en una carrera contra el tiempo, y sin ayuda adicional del gobierno, las crisis económica y de salúd pública podrían empeorar durante los próximos meses. Las escuelas no podrán reabrir y el proceso de vacunación continuará siendo muy lento”, indica un párrafo de un documento alusivo publicado previamente por el equipo del presidente electo.
Los legisladores republicanos bloquearon el año pasado cualquier paquete de ayuda que incluyera financiamiento para municipios o estados, por lo que la inclusión de esos fondos podría complicar sus posibilidades de obtener la aprobación en el Congreso, que está estrictamente controlado por los demócratas de Biden.
COVID-19 y actividades
El resurgimiento de los casos de COVID-19 y la reanudación de las restricciones en actividades comerciales y educativas llevó la cifra de solicitudes de prestaciones por desempleo a 965.000 la semana pasada, la más alta desde mediados de agosto de 2020, según informó la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo.
El promedio de solicitudes en cuatro semanas, una medida que compensa las variaciones semanales, subió de 818.750 a 834.250.
En la semana que concluyó el 2 de enero, de acuerdo con el informe gubernamental, había 5,27 millones de personas que recibían esa prestación, comparado con 5,07 millones en la semana anterior. El dato superó las expectativas de los analistas, que habían calculado unos 5,06 millones de beneficiarios.
El plan de estímulo de Biden debe aprobarlo el Congreso, donde los demócratas cuentan con mayoría en ambas cámaras, aunque deben recabar el respaldo de una decena de republicanos en el Senado para sacar adelante su propuesta de gran calado.
A finales de 2020, el Congreso aprobó otro paquete de estímulo de 900.000 millones de dólares. El mismo está destinado a paliar el deterioro de la economía por la pandemia. E incluía pagos directos de 600 dólares a todos los estadounidenses con una renta anual menor a 75.000 dólares.
Con información de AFP y EFE