El Gobierno de Ecuador ratificó este sábado que no habrán cortes de electricidad programados para el domingo 21 de abril durante las votaciones del referéndum y consulta popular sobre temas de seguridad, justicia, inversiones y empleo, impulsada por el presidente del país, el empresario Daniel Noboa.
El Ministerio de Energía confirmó que se han suspendido los cortes gracias a que las últimas lluvias presentadas en el país han permitido la mejora de los caudales de los ríos que alimentan a importantes plantas hidroeléctricas, las cuales han sido afectadas por una severa sequía en las últimas semanas.
Asimismo, la cartera indicó que se han realizado varias obras de mantenimiento en algunas plantas termoeléctricas (que usan carburantes), lo que ha permitido mejorar la producción de electricidad para la distribución a nivel nacional.
Esos factores también han contribuido a que se reduzcan los horarios diarios de apagones programados para este sábado y que han incluido periodos de racionamientos de energía de entre 2 y 9 horas en varias zonas de ciudades y de acuerdo a calendarios establecidos por las distintas empresas de distribución del servicio.
Así por ejemplo, en Quito los cortes de electricidad de este sábado han sumado entre 7 y 7,5 horas dependiendo de zonas y barrios, en Guayaquil entre 3 y 7 horas, en provincias como Imbabura y Carchi los cortes han sido de entre 8 y 9 horas, mientras que en el sur andino de entre 2 y 8 horas.
Los racionamientos de energía programados del jueves y viernes, pasados, cuando el Gobierno suspendió la jornada laboral, incluyeron periodos de hasta 13 horas diarias en ciertas zonas, en otras fueron de 2 y en la capital del país sumaron 8 horas diarias.
Fuentes oficiales han confirmado que las tareas de mantenimiento en varias centrales termoeléctricas y las lluvias registradas en las últimas horas en zonas donde se asientan las centrales hidroeléctricas han permitido acortar los lapsos en los cortes de energía.
Asimismo, han indicado que el domingo «NO» existirán cortes de energía en ninguna parte del país.
La crisis energética que ha soportado Ecuador motivó al presidente Noboa a declarar el pasado viernes un estado de excepción a nivel nacional por 60 días.
A través de un decreto ejecutivo, Noboa dispuso «la movilización e intervención de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional, debidamente coordinadas, para garantizar la seguridad de las instalaciones críticas de infraestructura energética para prevenir sabotajes, ataques terroristas u otras amenazas que puedan afectar a su funcionamiento».
La crisis, según el Gobierno, obedece en parte a la merma en los caudales de ríos como el Paute, en el sur andino del país, que alimenta el complejo de plantas de generación Mazar-Molino-Sopladora, que en conjunto suma algo más de 1.700 megavatios de potencia y abastece a una tercera parte de la demanda nacional.
La crisis eléctrica también generó un sismo en el Gobierno central, ya que el presidente Noboa pidió la renuncia de su ministra de Energía, Andrea Arrobo, tras denunciar un supuesto «sabotaje» y acusar a 22 funcionarios del sector de haber ocultado información y obstruido que se tomen medidas oportunas. EFE