Venezuela celebró este domingo la elección primaria de la oposición, en las que se agotaron los tres millones de papeletas de votación que se habían imprimido para una jornada que se desarrolló con casi total normalidad, y que se vio empañada pasadas las 22.30 hora local debido a un bloqueo de uno de los servidores, que ha generado un retraso indefinido en la emisión de los resultados.
La virtual ganadora -a falta del recuento definitivo-, María Corina Machado, dijo que todas las expectativas fueron superadas «con creces» en una histórica jornada en la que los venezolanos dejaron claro quién quieren que sea su candidata para las elecciones presidenciales de 2024.
A continuación, las claves del proceso electoral:
1- Optimismo: Los electores, que salieron a la calle desde tempranas horas de la mañana, vivieron la jornada con optimismo de cara al futuro político del país, que vislumbran con una cara nueva en el palacio presidencial de Miraflores y rostros renovados en todo el Ejecutivo, en manos del chavismo desde 1999.
Pero las primarias no fueron más que un proceso para elegir un candidato con la fuerza popular suficiente para desbancar al presidente Nicolás Maduro, un paso al que deben seguir muchos otros para ver cumplido el sueño, muy lejano en tiempo y forma, con un camino sembrado de obstáculos que hay que sortear antes del segundo semestre de 2024, cuando se celebrarán las presidenciales, aun sin fecha.
Machado, la clara favorita, está inhabilitada para desempeñar cargos públicos de elección popular, por lo que, de no ser revertida la medida, la elegida no podrá competir con el oficialismo el próximo año y el optimismo de hoy se tornará en frustración.
2- Esperanza: En la cabeza de quienes votaron a Machado, no cabe la posibilidad de que su sufragio caiga en saco roto, y viven con la esperanza de que la inhabilitación sea levantada, una condición que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puso a Venezuela, a cambio de mantener el levantamiento temporal de sanciones, anunciado esta misma semana.
Pero, según dijo en respuesta el jefe de la delegación oficialista para el diálogo con la oposición, Jorge Rodríguez, eso no va a ocurrir en ningún escenario, una aseveración que reiteró hasta la saciedad.
Aun así, la legión de seguidores de la opositora mira hacia otro lado y, ni por lo más remoto, se plantea la opción de que su candidata sea borrada del panorama electoral.
3- Negación: Como en toda celebración, en esta también aparecieron los aguafiestas, los que se dicen «opositores independientes», señalados en los últimos años de «venderse» al chavismo. Y también algunos de los que, hace tan solo unos meses, formaban parte del grupo de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), e incluso se inscribieron para participar en las primarias.
El caso más estrambótico es el de Carlos Prosperi, inscrito como aspirante a las internas y ferviente defensor del proceso, hasta hace apenas un par de días, que, en un intempestivo giro, se alzó como uno de los mayores detractores de las primarias y su organización, una postura que mantiene hasta el día de hoy, pese a que su nombre es uno de los que aparecen en las papeletas.
Con argumentos que bien podrían tener asidero si no fuera porque se contradice a sí mismo y a su reciente defensa a ultranza de las internas y sus gestores en las últimas horas, pataleó, gritó y se reveló contra todo y contra todos: la comisión organizadora, los candidatos, los virtuales resultados o la fórmula de elección, entre otros.
4- Participación: A falta de datos precisos, la participación superó todas las expectativas. Prueba de ello es que varios electores se quedaron sin poder ejercer su derecho a voto, según explicaron algunos miembros de mesa, al haberse terminado las papeletas que se habían imprimido para la jornada.
Los tres millones de boletas fueron insuficientes, algo que ya se podía intuir horas antes de que cerrasen los centros de votación, ya que, tanto en Caracas como en el interior del país, las colas en algunos puntos eran interminables.
5- Incidencias: La incidencia más grave, que se produjo cuando todo el país pensaba que el día había transcurrido con relativa normalidad, surgió bien entrada la noche, cuando el presidente de la CNP, Jesús María Casal, anunció que no se podrían brindar los resultados hasta resolver el bloqueo de un servidor usado como parte de la tarea de recuento.
Además, la apertura tardía de gran número de puntos de votación, debido, fundamentalmente, a la impuntualidad de los miembros de mesa, dio lugar a la acumulación de electores en largas filas y a una prolongación de la jornada que se extendió hasta más de las 19.00 hora local (23.00 GMT), cuando debía haber concluido tres horas antes.
Por otra parte, se produjeron algunos incidentes aislados en los que varios sujetos pretendían bloquear el trabajo de la prensa, impedir la apertura de algunos puntos de votación, o los intentos desestabilizadores, especialmente, vía redes sociales, de algunos «opositores independientes», que no lograron aguar la jornada.
Por Sabela Bello / EFE