Elon Musk comunicó a todo el personal de Twitter que deberán volver a sus oficinas y poner fin al teletrabajo, una instrucción que aparentemente no tiene ninguna relación con las renuncias de altos directivos.
Tras una introducción en la que insiste en que «el panorama económico es alarmante para compañías como la nuestra» y que «el camino es arduo», les anuncia que el teletrabajo «ya no se permite excepto si presentas una excepción muy específica» y añade que él personalmente revisará esas excepciones.
La vuelta de los trabajadores a las oficinas desde hoy mismo se va a traducir en 40 horas semanales, «como mínimo», salvo un impedimento físico de desplazamiento.
Twitter fue precisamente una de las compañías más flexibles con el teletrabajo desde la pandemia por el coronavirus: en mayo de 2020, el entonces director ejecutivo y cofundador de Twitter, Jack Dorsey, dijo a los empleados que podían optar «para siempre» por el teletrabajo, algo que ahora revierte Musk.
El magnate, considerado el hombre más rico del mundo, dijo el pasado viernes que Twitter perdía cuatro millones de dólares al día y que por ello «no tenía más remedio» que proceder a despidos masivos, que han afectado, según varios medios, a prácticamente la mitad de su plantilla, de unas 7.500 personas en todo el mundo.