A días de la asunción presidencial de Gustavo Petro en Colombia, el senador de los Estados Unidos, Marco Rubio, pidió a la Administración Biden mantenerse firme en el apoyo al gobierno interino de Juan Guaidó, incluso cuando el nuevo mandatario restablezca relaciones con el régimen de Nicolás Maduro.
En una columna de opinión publicada en la revista Semana, Rubio, señaló «debemos mantenernos firmes en nuestro apoyo al gobierno de Juan Guaidó en Venezuela, incluso cuando Petro restablezca los lazos con el narco-régimen en Caracas. (…) En pocos días, Colombia cambiará de rumbo y reconocerá a Maduro. Esas son malas noticias, pero no podemos permitir que cambie nuestro propio compromiso con la lucha de la restauración de la democracia en Venezuela. Los narco-dictadores no merecen ni el respaldo, ni el apoyo de EE. UU., aunque Petro haga lo contrario.»
Asimismo criticó la postura de los demócratas de la Casa Blanca y el acercamiento con el régimen de Cuba y Venezuela, al afirmar que «si el presidente Biden busca petróleo en Caracas y levanta sanciones contra el régimen de La Habana, incluso mientras el narco-régimen mantiene cautivos a ciudadanos americanos, es posible que esté dispuesto a sacrificar los intereses de EEUU para que el nuevo gobierno en Colombia acepte medidas que el Departamento de Estado decida impulsar.»
Volver a incluir a las FARC en la lista de terrorismo de EEUU
El republicano fustigó que a la administración Biden que en el 2021 excluyó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de la lista de las Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés), «esta medida le otorgó legitimidad injustificada a delincuentes violentos y narcotraficantes. También benefició a personas como Piedad Córdoba, íntima amiga de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Ahora Córdoba se reintegra al Senado de Colombia como integrante del partido de Petro a pesar de estar en estos momentos bajo investigación judicial.»
En este sentido indicó que junto a su colega, Ted Cruz de Texas, presentó una legislación para volver a incluir a las FARC como una organización terrorista e imponer sanciones a sus afiliados, al igual que a Córdoba.
«Debemos mantener la presión sobre extremistas violentos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan del Golfo, el cual es notorio en estos momentos por su continua violencia en contra de las fuerzas de orden público.»