En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, este miércoles 8 de marzo, trabajadoras de la salud, educación, telecomunicación, jubiladas y pensionadas, junto a representantes de la sociedad civil, se unen en una marcha que va desde Plaza Venezuela hasta la Plaza Morelos, para exigir igualdad, vida y libertad.
A partir de las 9:00 de la mañana se dará inicio a la concentración y posterior marcha en contra del abuso y el desamparo, la discriminación y la humillación, la normalización de la violencia en instituciones gobernadas por el machismo, la inercia de una sociedad que no ha entendido el rol de las mujeres en la transformación social.
Entre las organizaciones convocantes están la Red Sindical Venezolana, la Federación Venezolana de Maestros, SunepSas, el Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital, Federación Colegio de Bionalistas, Monitor Salud Mujeres, el Frente de Jubilados y Pensionados (Ufajup) y la Asociación de Jubilados del IVSS.
Como parte de esta iniciativa un grupo de representantes de los sectores antes mencionados consignarán ante la Defensoría del Pueblo, un petitorio de exigencias y garantías sobre derechos propios de las mujeres que han sido vulnerados, en estos se incluyen la incorporación de leyes o reglamentos que brinden calidad de vida en el ámbito laboral.
Entre las demandas que señala el documento se encuentran:
•Atención de la emergencia humanitaria compleja con garantía de acceso a alimentos, medicinas, higiene menstrual, servicios de salud, educación de calidad, agua, luz y transporte para todos.
• Salario digno e indexado.
• Concertar una política salarial con el sector público y privado para eliminar la pobreza menstrual, garantizando un bono salarial para una menstruación con dignidad.
• Reconocimiento al derecho a trabajar sin dolor y de los efectos incapacitantes de la menstruación, con permisos de hasta tres días en los casos en que sea necesario.
• Incorporar en los convenios colectivos de trabajo los productos para la higiene menstrual.
• Reconocimiento de las tareas de cuidado que cumplen las mujeres y que no son remuneradas.
• Reducción de la desigualdad salarial de género: a trabajo de igual valor salario igual.
• Políticas de protección social y económica que contribuyan a revertir el proceso creciente de feminización de la pobreza.
• Garantías a los derechos y a la salud sexual y reproductiva de las venezolanas.
• Políticas efectiva de prevención de la violencia contra la mujer con actuación oportuna y servicios adecuados para las víctimas, a fin de revertir la creciente ola de femicidios en el país y garantizar el derecho a una vida sin violencia.
• Políticas para combatir la prostitución infantil y la trata de niñas y mujeres. No es aceptable que el Estado siga haciéndose el ciego ante este drama de nuestras mujeres y niñas sacadas del país por las mafias de trata de personas.
PRENSA