El dirigente político de Primero Justicia, Julio Borges, aseguró que es necesario reconstruir la unidad democrática para volver a generar la presión dentro y fuera del país que permita tener elecciones competitivas en 2024 y garantías de derechos humanos.
“Hay que reconstruir la unidad y una vez lo hagamos tenemos que volver a luchar por condiciones electorales para el proceso de 2024 y especialmente los derechos humanos de todos los venezolanos, especialmente de quienes hoy están en las mazmorras de la dictadura siendo torturados”, indicó.
También se refirió a la situación de los presos políticos, especialmente al caso de los militares. Denunció que Nicolás Maduro ha institucionalizado la desaparición forzosa contra los militares detenidos, al recordar que el informe de la Misión de la ONU que investigó al menos 84 casos donde el SEBIN y otros órganos de inteligencia cometieron desapariciones forzosas.
“La propia Misión de la ONU documentó 84 casos de desaparición forzosa en Venezuela, la mayoría de las víctimas eran militares. Militares a los que se le secuestró, a los que se les incomunicó durante varios días. El patrón de la dictadura es negar la detención de la persona y mantenerla durante más de 10 días totalmente incomunicada, esto para generar miedo en la víctima y en sus familiares. Maduro ha creado todo un aparato de desaparición forzosa contra quienes se oponen a su dictadura”, afirmó.
Se refirió también a las torturas. “Las torturas que Maduro aplica han dejado en el pasado a las dictaduras del Cono Sur. Son prácticas aún peores. Golpes con objetos como bates, descargas eléctricas, aislamiento durante días, privación de la alimentación y la hidratación, negación de visitas de familiares y abogados, retraso de los juicios, proceso de siembra de pruebas en contra de la víctima. Estamos hablando de un coctel de violaciones de derechos humanos”, sostuvo.
Detalló que es necesario volver a colocar la crisis de derechos humanos de Venezuela en el centro de la agenda de América Latina. “El mundo libre tiene que volver a ver a Venezuela como lo que es: una enorme crisis de derechos humanos. Un asunto humano, donde hay millones de víctimas de tratos crueles e inhumanos. Los gobiernos de izquierda de la región tienen que comprender que no se trata de un tema ideológico, sino de un tema de derechos humanos. De una dictadura que desconoce las convenciones internacionales y todos los principios que hacen valer la dignidad humana”, sostuvo.