La cadena estadounidense de farmacias CVS va a despedir a unos 5.000 empleados con el fin de reducir costos, según confirmó este martes la empresa.
Las salidas, que no afectarán a personal de atención al público y se centrarán en el área corporativa, son parte de una estrategia para «adaptarse a nuevas necesidades y expectativas de los consumidores», explicó CVS.
«A lo largo de la historia de la compañía, nos hemos adaptado continuamente a las dinámicas del mercado para liderar la industria. La difícil decisión que estamos tomando situará a la empresa para el éxito a largo plazo», señaló en una nota remitida a varios medios.
La información fue adelantada por The Wall Street Journal, que tuvo acceso a un comunicado interno remitido a la plantilla, en el que además se anuncian recortes en viajes y uso de consultores con el fin de reducir gastos.
CVS, que al cierre del año pasado tenía 300.000 trabajadores en el país, opera más de 9.000 farmacias y unas 1.100 clínicas, pero además es propietaria de una de las mayores aseguradoras médicas de Estados Unidos, Aetna.
En sus locales, la farmacia propiamente dicha ocupa solo una pequeña parte del local, ya que suelen vender artículos de regalo, papelería, refrescos y alimentos de comida rápida, convirtiéndose en algo parecido a un supermercado.
EFE