Rusia acusó el lunes a Ucrania de haber atacado con drones los aeródromos militares de Riazán y Sarátov, bases de la aviación estratégica rusa y ubicadas a cientos de kilómetros de la frontera ucraniana.
«El régimen de Kiev, con el fin de inutilizar los aviones de nuestra aviación estratégica, intentó atacar con drones de fabricación soviética los aeródromos militares Dyaguilevo, en la región de Riazán, y Enguels, en la de Sarátov», afirmó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashénkov.
El representante del mando ruso señaló que «la defensa antiaérea rusa interceptó los drones ucranianos que volaban a baja altura».
«A consecuencia de la caída y la explosión de los fragmentos de los drones sobre los aeródromos, dos aviones sufrieron daños insignificantes», añadió el mayor general.
No obstante, tres militares rusos del servicio técnico que se encontraban en el aeródromo fallecieron y otros cuatro resultaron heridos y tuvieron que ser hospitalizados, indicó.
Aunque Ucrania no reivindicó el ataque a los aeródromos rusos, el asesor de la Presidencia ucraniana, Mykhailo Podolyak, insinuó en Twitter que las explosiones podrían ser una respuesta de Kiev.
«Si lanzas demasiado a menudo cosas al espacio aéreo de otros países, tarde o temprano objetos voladores desconocidos retornarán al lugar de su partida», tuiteó.
Se trata del primer ataque ucraniano contra un objetivo ubicado a varios cientos de kilómetros de distancia de su territorio.
En agosto pasado Ucrania llevó a cabo una serie de ataques contra bases limitares de la anexionada península de Crimea, entre ellos al aeródromo de Saki, que demostraron a Rusia, según declaró el jefe del mando militar ucraniano, Valery Zaluzhny, las «posibilidades reales de sufrir pérdidas y de ser derrotada».
Con información de EFE