El ruso Andrey Rublev conquistó, por fin, un torneo de categoría Masters 1.000 al remontar al danés Holger Rune (5-7, 6-2 y 7-5) en Montecarlo después de dos horas y 36 minutos de juego en la final.
El tenista moscovita, sexto del mundo, mantuvo el tipo y se aferró al triunfo cuando tenía el partido perdido. Rune se situó con 3-0 y 4-1 en el tercer y definitivo parcial, pero decayó y el ruso aprovechó el bajón de su rival para enmendar el encuentro.
Rublev acumulaba doce títulos antes de irrumpir en la final de Montecarlo, pero nunca había conseguido un éxito de este nivel. Las dos veces que lo intentó, en Cincinatti y en este mismo escenario, en Mónaco, ambas en 2021, fracasó.
La sombra de una nueva derrota planeó alrededor del ruso, que se topó con un rival espoleado por su buen comienzo y que se apuntó el primer set con solvencia. Es el danés uno de los jóvenes con más expectativas del tenis actual. El año pasado fue el de su explosión. Ganó sus tres títulos, entre ellos el Masters 1.000 de París, y jugó otras dos finales.
Sin embargo, Rune no pudo frenar la reacción de Rublev, con el que se enfrentaba por tercera vez. La primera la ganó el danés, el pasado año en París, pero la más reciente, en un choque épico, en el Abierto de Australia de este 2023, el triunfo fue para el ruso.
Igualado el duelo, el set definitivo. Recuperó el pulso Rune, que afrontaba su primera final del año y se situó con 3-0 y después con 4-1. Rublev emergió e igualó el parcial (4-4) que hizo suyo al final por 7-5.
Andrey Rublev, sexto jugador del mundo, llevó a su historial el decimotercer trofeo, el segundo del año después del de Dubai y el primero de categoría Masters 1.000. EFE