No fue el inicio deseado para Dinamarca en la Eurocopa. Su participación en el certamen estuvo marcada por el colapso de Christian Eriksen y tuvieron que esperar hasta la última fecha de la fase de grupos para asegurar su boleto a los octavos de final. Pero en la apertura de la fase eliminatoria, mostraron su mejor versión: aplastaron por 4-0 a Gales en el Johan Cruyff Arena de Ámsterdam con goles de Kasper Dolberg (2), Joakim Maehle y Martin Braithwaite.
Pese a que el cuadro danés salió enérgico en los primeros minutos del encuentro, fueron sus rivales los que generaron más peligro con un par de remates de media distancia de Gareth Bale. En los primeros minutos la posesión fue repartida y cada uno apeló a su guión: Gales achicando espacios y probando con remates lejanos, mientras que Dinamarca buscó más profundidad con buenas combinaciones y tuvo que conformarse con tener varios tiros de esquina a su favor.
El desarrollo cambió cuando el equipo dirigido por Kasper Hjulmand cambió 3-4-2-1 por un 4-3-3, un movimiento de fichas que le permitió controlar la pelota y tomar las riendas del duelo. Kasper Dolberg, uno de los más activos en la primera mitad, fue el que firmó la apertura del marcador. Armó el tiro desde la frontal del área después de eludir a Roberts y Mepham, y envió el balón al palo izquierdo del arco defendido por Warm. Esa anotación en el minuto 23, les permitió irse al descanso con la ventaja.
La segunda parte
Recién comenzado el complemento, el cuadro danés volvió a golpear. Una gran jugada de Martin Braithwaite por la banda derecha derivó en un rechazo corto de Neco Williams. Su despeje cayó en los pies de un Dolberg inspirado, quien remató dentro del área chica para anotar el segundo. Un tanto que le dio tranquilidad a Dinamarca para empezar a defenderse con la pelota e intentar aprovecharse de la frustración galesa.
El capitán Simon Kjaer debió ser reemplazado en el minuto 74 por una molestia en la parte posterior del muslo de su pierna derecha y Hjulmand aprovechó además para darle aire fresco a su equipo con otras modificaciones.
Después de un tiro de Braithwaite que dio en el palo, uno de esos jugadores ingresados, Mathias Jensen, habilitó a Joakim Maehle para que anote el 3-0. Ese gol hizo evidente la desesperación de los británicos y Harry Wilson vio la roja directa por un dura entrada. Esa expulsión terminó de lapidar la ilusión de los galeses, que recibieron el golpe del KO con un gol de Martin Braithwaite: el jugador del FC Barcelona selló la victoria con un tanto que iba a anularse por fuera de juego pero se convalidó a costas del VAR.
En el primer duelo entre ambas selecciones en la historia de la competición, Dinamarca ganó el cruce y jugará en los cuartos de final contra el vencedor de la llave que protagonizarán la República Checa y los Países Bajos este domingo. Por su parte, Gales no logró estar ni cerca de la versión que en 2016 finalizó entre los cuatro mejores del continente, probablemente por Gareth Bale también está lejos del nivel que tenía hace cinco años.
A Dinamarca se le renovaron las ilusiones. Luego del trauma por la baja significativa de Eriksen, el equipo logró clasificarse a los octavos de final después de 17 años y ha iniciado su camino con una formidable actuación. Puede que soñar con repetir el título de 1992 sea muy ambicioso, pero cerraron la fase de grupos con una goleada a Rusia (4-1) y siendo el elenco que más disparó al arco (61). Ahora firmaron otra goleada y están dispuestos a llegar lo más lejos posible.