La reina Isabel II no pronunciará este año el tradicional “discurso del trono”, previsto el martes para inaugurar la nueva sesión parlamentaria, y será sustituida por el príncipe Carlos, anunció el lunes el Palacio de Buckingham, alegando los “problemas de movilidad” de la monarca.
La reina sigue teniendo problemas episódicos de movilidad y, tras consultar con sus médicos, “ha decidido a regañadientes no asistir al discurso del trono”, explicó la casa real británica en un comunicado.
La salud de la monarca, de 96 años, es motivo de preocupación desde que los médicos le ordenaron guardar reposo en octubre y estuvo una noche hospitalizada para someterse a unas “pruebas” cuya naturaleza nunca se especificó. Desde entonces ha cancelado su participación en eventos destacados y se la ha visto con bastón y dificultades para desplazarse en sus escasas apariciones públicas.
Un portavoz del Palacio de Buckingham dijo: “La reina continúa experimentando problemas de movilidad episódicos y, en consulta con sus médicos, ha decidido a regañadientes que no asistirá a la apertura estatal del parlamento mañana”.
“A pedido de Su Majestad, y con el acuerdo de las autoridades pertinentes, el Príncipe de Gales leerá el discurso de la Reina en nombre de Su Majestad, con la asistencia del duque de Cambridge”.
Durante sus 70 años de reinado, la soberana solo ha faltado a esta cita casi anual en dos ocasiones: en 1959 y 1963 cuando estaba embarazada de los príncipes Andrés y Eduardo respectivamente. Este discurso es uno de los momentos fuertes de la agenda parlamentaria británica y especialmente este año en que Johnson ve desde hace meses amenazada su permanencia en el poder por la indignación causada entre sus filas conservadoras con el denominado “partygate”, el escándalo de las fiestas ilegales organizadas en Downing Street durante los confinamientos contra el COVID-19 de 2020 y 2021.
“El Primero Ministro respeta plenamente los deseos de Su Majestad y agradece al Príncipe de Gales por acceder a pronunciar el discurso en su nombre”, dijo un portavoz de Boris Johnson.
Es la primera vez que Su Majestad se pierde la apertura del Parlamento en 59 años.