La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ve «evidencias crecientes» de crímenes de guerra en Ucrania por parte de las tropas rusas.
Mediante un comunicado, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, denunció que en Ucrania las fuerzas armadas rusas «han bombardeado indiscriminadamente áreas pobladas, asesinando civiles y destruyendo hospitales, escuelas» y otras infraestructuras no militares.
Esos son los indicios de posibles crímenes de guerra en estas ocho semanas de conflicto, en el cual «la ley humanitaria internacional no sólo ha sido ignorada, sino totalmente abandonada».
El reciente ataque a la estación de tren de Kramatorsk el 8 de abril, que causó la muerte de 60 personas e hirió a otras 111, simboliza la falta de respeto a las leyes internacionales que prohíben acciones militares indiscriminadas de este tipo, indicó la alta comisionada.
La Misión de Monitorización de Derechos Humanos en Ucrania ha documentado la muerte de, al menos, 2.345 civiles y 2.919 heridos durante la guerra, aunque Bachelet subrayó que la cifra real de víctimas «podría aumentar mucho más cuando salgan a la luz los horrores en zonas de intensos enfrentamientos, como Mariúpol».