Ferrari alcanzó este domingo el primer doblete en el Gran Premio de Bahréin de Fórmula 1 desde el GP de Singapur 2019 de la mano de sus pilotos Charles Leclerc y Carlos Sainz, acompañados de Lewis Hamilton, quien heredo la tercera posición luego de rebasar a Sergio Pérez al rematar.
En la vuelta 15, Max Verstappen (Red Bull) ingresó a cambiar sus gomas y puso el compuesto blando nuevo con el objetivo de poder ganar adherencia y ser más rápido. En la ronda siguiente Leclerc hizo su parada y también puso el compuesto blando. El neerlandés redujo la diferencia y quedó a menos de un segundo, lo que le permitió usar el DRS y en el giro 17 superó a Leclerc en la primera curva. Pero luego entre las curvas 3 y 4 Leclerc recuperó el mando. En la vuelta siguiente, el duelo se repitió: Max dio cuenta de Charles, que luego volvió al primer puesto.
Al cumplirse el giro 19°, Verstappen volvió a superar a Leclerc, pero el campeón mundial bloqueó y se pasó por lo que el corredor de Ferrari otra vez tomó la posición de privilegio. En la vuelta 20 Max ya no estuvo en zona de DRS (a menos de un segundo) y no pudo intentar otro sobrepaso.
Más tarde, Leclerc logró ampliar la diferencia que llegó a 3,6 segundos en el giro y le permitió dominar la carrera con tranquilidad hasta la aparición del auto de seguridad en la vuelta 46 para retirar el Alpha Tauri de Pierre Gasly cuyo motor Honda se rompió. El monoposto de Faenza comenzó a prenderse fuego en la parte trasera y fue controlado por los auxiliares de pista.
En el relanzamiento desaparecieron las diferencias, pero Verstappen no pudo superar a Leclerc y tuvo que defenderse del otro piloto de Ferrari, Carlos Sainz. A esa altura el campeón mundial evidenció unas fallas en la dirección hidráulica de su auto y debió abandonar faltando dos giros.
La posición de escolta quedó para Sainz que terminó detrás de su compañero, Leclerc, que plasmó una contundente victoria en la apertura de la temporada. Mientras que Lewis Hamilton heredó la tercera posición. A pesar de completar el podio, fue una carrera difícil para el inglés que sufrió la falta de adherencia en pista con sus neumáticos y nunca estuvo en condiciones de pelear por el triunfo. Además, el motor de Mercedes -por ahora- no está al nivel del de Ferrari y Honda, que provee a Red Bull.