El Ministerio de Salud de Israel informó la mañana de este viernes que la nueva variante del COVID-19, la B.1.1529 detectada en Sudáfrica, se ha encontrado en un viajero de Malawi, mientras hay otras dos personas procedentes del extranjero con sospechas de estar infectadas con ella.
Los tres casos son personas vacunadas, aunque los datos de su inmunización están siendo verificados, indicó el Ministerio de Salud en un comunicado.
Los dos casos sospechosos están siendo sometidos a pruebas genéticas para verificar la secuencia de la variante del COVID-19, mientras permanecen en aislamiento.
Israel vetó la entrada de viajeros de siete países del África austral –Sudáfrica, Lesotho, Botswana, Zimbabwe, Mozambique, Namibia y Eswatini- tras la aparición allí de una nueva variante B.1.1529 de COVID-19, altamente mutable.
Tras una reunión con el gabinete de coronavirus, el primer ministro de Israel, Naftali Benet, ordenó anoche que estos países fueran incluidos en la “lista roja”, donde en estos momentos no había ninguno.
La medida prohíbe la entrada de extranjeros procedentes de esos seis países, y los israelíes que quieran regresar deberán aislarse en un hotel administrado por el Estado durante una semana y serán liberados después de recibir dos pruebas PCR negativas, aclaró Benet anoche en un comunicado.
“Instruyo para que se lleve a cabo una evaluación inmediata sobre la detención de vuelos desde estos países a Israel y viceversa, o la implementación de un plan diferente para evitar que la variante se propague a Israel”, indicó el primer ministro.
Científicos de Sudáfrica revelaron el jueves que habían detectado una nueva variante del COVID-19 con “un número muy alto de mutaciones”, a la que se atribuye un aumento “exponencial” de las infecciones allí.
Las infecciones diarias en Sudáfrica se han multiplicado por diez desde principios de mes.