El joven cubano Leonardo Romero Negrín denunció haber sufrido tratos crueles, inhumanos y degradantes los días que estuvo detenido tras las protestas del domingo 11 de julio en La Habana.
En entrevista con el portal La Joven Cuba, el estudiante de física narró los maltratos y vejaciones propinados por los funcionarios policiales durante su arresto.
«Me llevaron a la estación de Dragones, que está exactamente a una cuadra, y cuando entramos me tiraron en el piso de un estrallón y entre cuatro personas me cayeron a patadas por todas partes. Me cubrí la cara con los antebrazos y siguieron dándome patadas, por eso tengo un antebrazo hinchado, un médico lo vio. También una costilla me duele, no llegó a fracturarse, pero me duele y eso el médico también lo vio», describió.
«Después me llevaron para un patiecito. Un oficial fue con una tabla de madera blanca y una cámara en la otra mano, que era de un periodista estatal que estaba ahí y lo vio todo. No quiero involucrarlo, pero es un periodista de Alma Mater que vio exactamente todo lo que me hicieron. El oficial me dio varios tablazos por las piernas, todavía tengo las cicatrices«, relató.
«Cuando iba a salir de allí vino otro oficial, el 03912 de la estación de Dragones, y le dijo a dos personas que me aguantaran, me cogió con las dos manos por el pelo y me dijo: «¡Por mercenario!». Me dio un cabezazo por la nariz, casi me desmayé, y siguieron dándome golpes antes de trasladarme a la estación de Zanja».
«Cuando llegamos a la unidad nos desnudaron a todos. Nos decían que nosotros éramos unos maricones, chupa p… y que nos iban a coger el c…. Nos tuvieron contra la pared durante dos horas, llevábamos cuarenta minutos desnudos esperando, venían por detrás y me halaban el pelo —lo tengo largo—, y me decían: «Chinita, con este pelito se puede hacer tremendo peluquín». Me tocaban las nalgas, a mí y a otros también», denunció.