El presidente ruso, Vladimir Putin, promulgó este viernes la ley que prohíbe a cualquier persona involucrada en las actividades de organizaciones consideradas extremistas presentar sus candidaturas en elecciones locales y federales.
La controvertida ley, que afecta especialmente al movimiento del encarcelado líder opositor Alexei Navalny, fue aprobada unánimemente esta semana por el Senado y la pasada por la Duma o Cámara Baja.
Los fundadores y responsables de esas organizaciones “extremistas o terroristas” no podrán ser elegidos durante cinco años desde la entrada en vigor del fallo judicial sobre la liquidación o prohibición de esas estructuras, plazo que en el caso de los empleados y miembros será de tres años.
Además, la medida es retroactiva, motivo por lo que fue rechazada en la Duma por la oposición comunista y fue considerada “anticonstitucional” por los partidarios de Navalny.
“En Rusia se ha adoptado una ley que reconoce como cómplices de extremismo todos aquellos que estén vinculados, de alguna forma, con Navalny. Esta ley apesta a fascismo”, dijo en Twitter Iliá Yashin, aliado del líder opositor.
Serán vetados los que ejercieron un cargo de responsabilidad en organizaciones declaradas extremistas por un juez tres años antes del fallo y los miembros, un año antes.