La escasez de combustible en Venezuela continúa afectando a la sociedad civil desde cualquier frente, principalmente el sector transporte, el cual ha mermado considerablemente.
Vía CCN
Los transportistas en el oriente de Venezuela han denunciado que la carencia de gasoil ha disminuido la frecuencia con la que operan en el servicio, asegurando que pierden desde cinco horas hasta tres días completos para poder cargar combustible.
David Hernández, transportista intraurbano, informó que autobuses de su cooperativa solo pueden trabajar en la mañana, ya que con lo que logran abastecerse no alcanza para laborar en la semana.
“Trabajamos lo que llamaríamos nosotros una vuelta o dos vueltas. El consumo de gasolina es mucho mayor y con el gasoil, podemos cargar cincuenta litros, lo que no nos alcanza. Usamos 80 litros al día”, dijo.
Por otra parte, la imposibilidad de mantener los autobuses también ha aumentado la crisis de transporte en el oriente del país.
Además, la hiperinflación ha aumentado los repuestos, los que se han vuelto inaccesibles para los choferes poder adquirirlos. Una sola batería ronda los ochenta dólares y los costos del pasaje en muchos casos los pone a decidir entre alimentarse o mantener operativas sus unidades.