Cuando Isabel II nació el 21 de abril de 1926, no estaba destinada a ser reina. Sin embargo, ya se acerca a las siete décadas en el trono y este miércoles cumple 95 años de edad en uno de los momentos más delicados de su reinado, recién enviudada del príncipe Felipe, pero aparentemente sin ningún tipo de predisposición a abdicar.
Por Infobae
La coronación sorprendió a Isabel II a los 25 años, después de que su padre Jorge VI falleciese prematuramente. Vió pasar hasta ahora 15 primeros ministros por Downing Street, lo que da cuenta del pilar que ha supuesto para un Reino Unido cuyas riendas cogió con los ecos de posguerra aún latentes y que ahora hace frente a una pandemia sin precedentes.
Ocho de cada diez británicos siguen teniendo una buena imagen de la reina, según una encuesta publicada a mediados de marzo por la firma YouGov y que sitúa a Isabel II como la miembro más popular de su familia, con datos a los que solo se acerca su nieto Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono.
El teórico heredero, el príncipe Carlos, tiene el respaldo del 57 por ciento de la ciudadanía. A sus 72 años, sigue esperando una corona que no llega y que, salvo sorpresas, no llegará hasta el fallecimiento de su madre, tal como ella misma advirtió en una ocasión.
Isabel II dijo siendo joven que sería un trabajo “de por vida” y parece dispuesta a cumplirlo, quizás apresurada por el estruendo que causó la abdicación de su tío y por la propia corona británica, que la convierte en “una reina ungida” por Dios, como recuerda el historiador Hugo Vickers al periódico ‘The Guardian’.
Además, “sería completamente ilógico que abdicase justo antes de un aniversario extraordinario” como son los 70 años de reinado, añade Vickers, en alusión al Jubileo de Platino que se ha comenzado ya a preparar para el año 2022. Reino Unido ultima cuatro días de festejos en junio el próximo año.
La reina solo ha aceptado hasta ahora conceder algo más de protagonismo público a sus herederos y Carlos y Guillermo son ya rostros comunes en actos reservados a la realeza. En este último año, además, Isabel II ha permanecido prácticamente recluida debido a la pandemia de coronavirus, incluso después de vacunarse.
Siguen siendo más quienes abogan por que la reina siga en el trono aunque pierda facultades: un 47 por ciento, seis puntos más de quienes querrían que se retirara, según YouGov. “Necesitamos a la reina, su enorme experiencia. Y todavía está completamente bien”, apunta Vickers, que ve todavía a Isabel II “en el centro de todo”.