El príncipe Harry, hijo menor del rey Carlos III del Reino Unido, viajó a Angola para apoyar los esfuerzos de limpiado de minas terrestres en el país, tal como hizo en el pasado su madre, Diana de Gales, confirmó la ONG británica Halo Trust, impulsora del proyecto.
Según informó la organización en un comunicado que recogen este jueves medios locales, Harry caminó vestido con un chaleco antibalas y un protector facial por un campo de minas en el sureste del país, en el municipio de Cuito Cuanavale.
Tras ser retirados los explosivos, vive en el área ahora la comunidad local, a cuyos niños la ONG ofreció un taller con indicaciones para evitar ser heridos por las explosiones.
«Los niños nunca deberían vivir con miedo de jugar al aire libre o caminar a la escuela. Aquí en Angola, más de tres décadas después, los vestigios de la guerra siguen amenazando vidas a diario», dijo Harry.
Según la ONG, el príncipe participó en la clase y repitió frases en portugués como «para, vuelve y explícaselo a los adultos», instrucciones que buscan educar a los niños para no ser víctimas de detonaciones.
Harry conversó también con las familias locales, además de acompañar a los desminadores de Halo Trust sobre el terreno y observar cómo destruían dos minas antitanque sudafricanas, después de reunirse el martes con el presidente de Angola, João Lourenço.
Las minas terrestres en este país africano son consecuencia de las casi tres décadas de guerra (1975-2002) civil que siguieron a su independencia de Portugal en 1975.
La visita del duque de Sussex remite al emblemático viaje que hizo su madre, Diana de Gales, a Angola en 1997, cuando caminó por un camino abierto en un campo de minas cerca de la ciudad de Huambo (centro), pocos meses antes de morir en un accidente de tráfico en París.
Según Halo Trust, al menos 60.000 personas han muerto o han resultado heridas por la explosión de minas terrestres desde 2008 en Angola, si bien la cifra podría ser mucho mayor.
Desde que empezó a trabajar en Angola en 1994, la ONG ha retirado más de 120.000 minas y 100.000 bombas de su territorio, pero el país todavía alberga más de mil minas.
EFE