Rusia se defendió este domingo de las críticas de los Veintisiete por la decisión de expulsar a tres diplomáticos europeos por presuntamente participar en protestas no autorizadas en favor del encarcelado líder opositor, Alexéi Navalni.
«Lamentablemente, nos vimos forzados a tomar medidas, que simplemente nos obligaron a adoptar», dijo María Zajárova, portavoz de Exteriores, a la televisión pública.
Zajárova subrayó que los tres diplomáticos expulsados de Alemania, Polonia y Suecia, «participaron en actos que no estaban autorizados, es decir, en acciones ilegales».
El anuncio de la expulsión coincidió con la visita el viernes del alto representante para Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, quien se enteró de la noticia durante el almuerzo con su colega ruso, Serguéi Lavrov, al que pidió inmediatamente explicaciones y expresó su malestar.
«No estaban manifestándose», sino haciendo su trabajo al «observar» la situación en Rusia por el caso Navalni, dijo Borrell a un grupo de medios tras reunirse con Lavrov.
EFE