El nuevo canciller peruano, Elmer Schialer, aseguró este jueves, durante su primer acto en el cargo, que su país «continuará apoyando al pueblo venezolano en su lucha por la democracia y por la libertad».
«En lo que respecta a Venezuela, quiero enfatizar que no hay ningún giro. El Perú continuará manteniendo su firme e invariable posición de exigir el respeto a la voluntad expresada por el pueblo venezolano en los comicios presidenciales del 28 de julio pasado», dijo Schialer durante la tradicional ceremonia de presentación como canciller.
En su acto de presentación, Schialer reiteró que las autoridades venezolanas «no han presentado las actas electorales» de los comicios presidenciales, tal y como dicta su propia ley, «lo que es evidencia de graves irregularidades en el proceso».
Ante esa situación, reiteró que Perú no reconoce el resultado de los comicios.
Igualmente, ratificó la condena del país «a las detenciones arbitrarias y la persecución política que sufren» los venezolanos y, en particular, «aquellos que se oponen al régimen de Maduro».
«Hemos rechazado resueltamente la orden de aprehensión emitida en contra del señor Edmundo González Urrutia. Es decir, lo que sucede en Venezuela reviste la mayor importancia para el Perú y la región y también la mayor preocupación», concluyó.
Por otra parte, horas antes, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, afirmó este jueves que Perú no ha reconocido al candidato presidencial unitario, Edmundo González Urrutia, como presidente electo de Venezuela.
Con esta afirmación, Adrianzén desautoriza al predecesor de Schialer, el excanciller Javier González-Olaechea, quien afirmó el pasado 30 de julio que Perú reconocía como presidente electo de Venezuela a González Urrutia, tras los comicios en los que el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio la victoria a Nicolás Maduro.
Acerca de la posición de Perú, Adrianzén sostuvo que la Cancillería ha emitido diversos comunicados oficiales que «hacen votos para que las actas se entreguen» y que «es imprescindible que esos resultados sean objeto de una revisión».
Evitó calificar a Venezuela como una dictadura y negó que vayan a restablecer relaciones diplomáticas con el país caribeño, rotas tras los comicios, pero admitió que hay un trabajo para retomarlas.