El canciller del Gobierno interino de Venezuela, Julio Borges, envió una alerta internacional para reiterar que el proceso electoral del 6 de diciembre es un fraude y que por tanto, se requiere de mayor presión del mundo para lograr una elección libre. A su vez, recordó que el régimen de Maduro destruyó la confianza en el voto como instrumento de cambio.
“Es un proceso en el cual no existen garantías democráticas y se da en clara violación a la Constitución Nacional; pues la dictadura se empeñó en destruir la confianza en el voto al elegir ilegalmente el Consejo Nacional Electoral (CNE) y confiscar las tarjetas de los partidos políticos de la alternativa democrática. Además, la observación internacional permitida es la de países que se empeñan en sostener al régimen y que no cuentan con una vocación democrática como es el caso de Rusia, China, Irán, Turquía, Cuba, entre otros”, establece la carta.
El representante de la política exterior advirtió que en esta elección Maduro ha utilizado el hambre como mecanismo de control político. “Maduro ha utilizado el hambre y la crisis que viven los venezolanos como arma política para impulsar la participación en este evento viciado, una acción criminal; pues juega con las necesidades de un país donde más del 90% vive bajo la línea de la pobreza”.
Asimismo, explicó cuáles son las garantías mínimas para tener un proceso electoral libre en Venezuela, resaltando entre ellas la observación internacional, un CNE independiente, el voto de los venezolanos en el exterior, la depuración del registro electoral, el restablecimiento de las tarjetas de los partidos políticos, entre otras.
Por último, agradeció el apoyo de la comunidad internacional y llamó al mundo a ejercer mayor presión para lograr unas verdaderas elecciones en Venezuela.