Rusia advirtió este miércoles de que se verá obligada a adoptar «determinadas medidas» contra el empleo de bombas de racimo por Ucrania.
«Desde luego, el posible empleo de este tipo de munición (por Ucrania) cambia la situación y, claro, obligará a Rusia a adoptar determinadas medidas», declaró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Agregó que la decisión sobre cuáles serán esas medidas es «prerrogativa exclusiva» del Ministerio de Defensa de Rusia.
Este martes, el titular de esa cartera, Serguéi Shoigú, afirmó que en caso del suministro de bombas de racimo estadounidenses a Ucrania, Moscú «utilizará medios de destrucción similares».
«Si Estados Unidos suministra bombas de racimo a Ucrania, las Fuerzas Armadas rusas se verán obligadas a utilizar armas similares contra las fuerzas ucranianas», dijo Shoigú.
Shoigú recordó que ni Rusia, ni EE.UU., ni Ucrania se han sumado a la Convención sobre Municiones de Racimo, pero aseguró que Moscú, «siendo consciente de la amenaza que representa esta munición para la población civil, se ha abstenido y se abstiene de usarlas» en el curso de su campaña bélica en Ucrania.
Human Rights Watch (HRW) asegura que tanto Rusia como Ucrania ya han utilizado ese tipo de armamento en la guerra.
EFE
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