La organización Human Rights Watch (HRW) denunció este martes que más de 90 ciudadanos de Trinidad y Tobago, entre ellos al menos 56 niños, están detenidos ilegalmente como sospechosos de pertenecer o ser familiares del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el noreste de Siria.
HRW criticó que el Gobierno de Trinidad y Tobago «no ha tomado prácticamente ninguna medida para ayudarles a regresar, a pesar de que países como Estados Unidos y Barbados están repatriando a sus ciudadanos», según un comunicado de la ONG.
«Las condiciones en los campos y prisiones que albergan a los trinitenses y a otros sospechosos y familiares vinculados al EI son cada vez más terribles», advirtió el comunicado de la ONG, que avisó también sobre las condiciones insalubres en las que viven los menores.
Las madres entrevistadas por HRW indicaron que esconden a sus hijos en sus tiendas para protegerlos de los depredadores sexuales, los guardias abusivos del campamento, los reclutadores y los combatientes del EI.
La ONG denunció que estos niños se han ahogado en pozos de aguas residuales, han muerto en incendios de tiendas de campaña, han sido atropellados y asesinados por camiones cisterna, y cientos han muerto de enfermedades tratables.
«Trinidad y Tobago está dando la espalda a sus ciudadanos retenidos ilegalmente en condiciones horribles en el noreste de Siria», señaló Letta Tayler, directora asociada de crisis y conflictos de HRW.
Asimismo, Tayler instó al Gobierno trinitense «a traer a casa a sus ciudadanos, ayudar a quienes son víctimas del EI a reconstruir sus vidas y procesar con justicia a cualquier adulto vinculado a delitos graves».
Aproximadamente entre 90 y 100 ciudadanos de Trinidad y Tobago están detenidos en el noreste de Siria por fuerzas regionales kurdas respaldadas por Estados Unidos.
Entre ellos hay unas 21 mujeres, una de ellas anciana, y al menos 56 niños en los campamentos de Roj y Al Hol, cerrados para familias con presuntos vínculos con el EI.
«Esta es una pesadilla de la que no puedo despertar», dijo una mujer trinitense retenida en Siria, añadiendo que estaba dispuesta a cumplir condena en Trinidad y Tobago si a ella y a su familia se les permitía regresar a casa.
«Como musulmanes queríamos conocer el Estado Islámico como los cristianos quieren visitar Jerusalén», indicó la mujer, miembro de una familia de nueve detenidos en el noreste de Siria.
Por otro lado, cuatro mujeres de Trinidad y Tobago están encarceladas en Irak con sus siete hijos, según informaron familiares a HRW.
La ONG denunció que ninguna de las extranjeras detenidas ha podido impugnar la necesidad y legalidad de su detención, lo que hace que su detención sea arbitraria e ilegal, mientras que sus condiciones de arresto «pueden equivaler a tortura».
También relató que solo se sabe que las autoridades de Trinidad y Tobago permitieron antes de 2019 el regreso de ocho nacionales -una mujer con dos hijos, otra mujer y dos chicas adolescentes, y dos chicos jóvenes-. La mayoría logró salir de Siria sin ayuda del Gobierno.
Con información de EFE