El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro dijo el viernes en Miami que «el norte de un país lo marca la economía» y no se siente «optimista» con el futuro económico brasileño por las medidas tomadas por el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva en su primer mes en el poder.
Bolsonaro habló así en el evento «Power of the People» (el poder del pueblo) organizado por el grupo conservador Turning Point USA en un club de golf perteneciente al consorcio empresarial de Donald Trump.
Sobre el avance de la izquierda en América Latina dijo que «desafortunadamente los discursos falsos, las promesas de un paraíso en la tierra, arrastran a mucha gente», y advirtió de que la liberad es algo precioso que «hay que cuidar a diario» y está «en riesgo».
En este punto habló de la «querida Venezuela» para señalar que le daba «tristeza» que políticos brasileños de izquierda, a los que no mencionó, hayan contribuido a crear «hambre y la pobreza» en un país que posee las mayores reservas de petróleo del mundo.
A su juicio, el socialismo y la izquierda en general quieren «igualar a la gente, pero en la miseria».
Durante el acto, Bolsonaro pasó revista a sus cuatro años de Gobierno y especialmente a sus políticas económicas y sociales. Con ironía dijo que, habiendo hecho todo eso, aún se pregunta cómo ganó las elecciones Lula, líder del izquierdista Partido de los Trabajadores, quien fue abucheado por el público.
«No vamos a renunciar a Brasil», subrayó. También dijo que está aprovechando este momento «para recargar las baterías».
En el evento no hubo referencias al ataque perpetrado el 8 de enero por bolsonaristas a las sedes de los tres poderes del estado en Brasilia, del que Bolsonaro se desligó tímidamente en un comunicado.
Sonriente, muy bronceado y bromista, Bolsonaro agradeció el recibimiento que sus compatriotas radicados en Florida le han dado.
Bolsonaro, de 67 años, se encuentra en EE.UU. desde el 30 de diciembre pasado y está pendiente de un «cambio de visado» solicitado por su abogado en enero para permanecer más tiempo en este país, al que llegó siendo todavía presidente.
Aseguró que muchos de ellos pensaban regresar a Brasil si era reelegido, pero desistieron de hacerlo, y dio a entender que no se va a retirar de la política activa en Brasil.
EFE