Dos aliados de Cedice Libertad ubicaron a Venezuela en el penúltimo puesto de un ranking de 165 países, solamente por encima de Siria, al presentar el Índice de Libertad Humana 2022, el cual toma en cuenta variables como Estado de Derecho y libertad de asociación, religión y expresión.
El objetivo que se traza este Índice de Libertad Humana 2022, realizado por los institutos Cato y Fraser, es el de medir la libertad en su sentido más amplio y complementar las mediciones del Economic Freedom of the World Index.
El instrumento busca ir más allá del titánico esfuerzo realizado por el Fraser Institute con su ya tradicional Índice Mundial de Libertad Económica, del que es coautor el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad).
El índice incluye los indicadores de libertad económica (tamaño de gobierno, derechos de propiedad, moneda sana, libertad de comercio y marcos regulatorios), pero también otra serie de componentes que pueden dar cuenta de cómo experimentan la libertad los ciudadanos y que se agrupan en el renglón de “libertad personal”: Estado de Derecho, seguridad, libertad de movimiento, libertad de asociación, expresión y religión.
En el caso de Venezuela, la libertad económica recibió una peor calificación en una escala del 1 al 10 (3,32) que la libertad personal (4,65), en la cual incluso se obtuvo el máximo puntaje en ciertos criterios tales como la libertad en relaciones del mismo sexo y temas vinculados a los derechos de las mujeres.
El aspecto peor evaluado entre los criterios de libertad económica en Venezuela fue la calidad de la moneda (0,9), mientras que en el ámbito de las libertades personales, el Estado de Derecho en el país obtuvo 1,6/10.
En general, de acuerdo con los investigadores encargados del estudio, Venezuela ha descendido 77 posiciones en términos de libertad humana desde hace veinte años.
Un retroceso de dos décadas
Sin embargo, los autores también aclaran que el estado general de libertad en el mundo ha sufrido un grave retroceso, situándose en niveles previos al año 2000.
En este sentido, Ian Vásquez, investigador del Cato Institute, explica que la libertad en el mundo alcanzó un pico máximo en 2007 y luego empezó a retroceder paulatinamente. Al respecto, advierte que el mayor retroceso se vivió a partir de la crisis mundial por el COVID-19, de la que, asegura, se aprovecharon muchos gobiernos (sobre todo autoritarios) para restringir las libertades de la población y que solo el tiempo y la voluntad de los gobiernos dirá si la libertad que existía antes de la pandemia podrá recuperarse.
A nivel mundial, el país con mejor desempeño en el Índice de Libertad Humana fue Suiza (8,94) mientras que en Latinoamérica y el Caribe, el territorio más libre, tanto económica como socialmente, fueron las islas Bahamas (8,14).