Ucrania despide el año 2022 con un frente estable pero nuevamente bajo el ataque masivo de misiles rusos, que no perdonó a los ucranianos ni durante la última jornada del año.
“Nosotros no elegimos la guerra. Pero aceptamos la batalla. Y Dios está de nuestro lado”, afirmó sábado el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeriy Zaluzhny, en su mensaje de Año Nuevo al Ejército ucraniano.
Según el general ucraniano, “sobre nuestros hombros y sobre los hombros de nuestras familias han caído pruebas difíciles, dolor y sufrimiento. Esta Navidad sabe a lágrimas y está teñida de sangre”.
“Sin embargo, nos bastan las fuerzas para vencer al enemigo. La nación nace de la lucha”, añadió.
Mientras, el Ejército ruso no perdonó a los ucranianos ni durante el último día del año y atacó con misiles once regiones ucranianas, un bombardeo que dejó sin luz a Kiev, la capital ucraniana, y Járkov, la segunda ciudad más grande del país.
El alcalde de Kiev, Vitaliy Klitschko, informó en su canal de Telegram de explosiones en los distritos de Solomyan, Pechersk y Holossivsk de la capital.
Según Klitschko, en total fueron heridas 11 personas -entre ellas un periodista japonés-, una cifra que posteriormente la administración militar de la capital ucraniana elevó a 16 personas.
El jefe de la administración militar de la región de Mykolaiv, Vitaly Kim, denunció que “los ocupantes no solo bombardean la infraestructura crítica. En muchas ciudades (atacan) viviendas, hoteles, aparcamientos, simplemente autopistas”.
Según Zaluzhny, se estima preliminarmente que el Ejército ruso lanzó más de 20 misiles de crucero de emplazamiento aéreo desde bombarderos estratégicos Tu-95MS emplazados en el mar Caspio y sistemas de misiles terrestres.
De ellos, la fuerza antiaérea ucraniana destruyó 12, 6 en las cercanías de Kiev, 5 en Zhitomir y una en Jmelnitsky.
El ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, aprovechó por su parte el Año Nuevo para dirigirse a los rusos, a los que advirtió que Rusia decretará en una semana otra movilización y les llamó a huir del país.
“A principios de enero las autoridades rusas cerrarán las fronteras para los hombres, luego decretarán el estado marcial e iniciarán una nueva ola de movilizaciones. La frontera con Bielorrusia también estará cerrada”, afirmó.
Por ello, dijo, hoy los rusos piensan cómo adornar la mesa de fin de año, pero “tras el repique del carillón podrían no escuchar el toque a la puerta, el toque de comisionado militar”. EFE