Buena parte de Estados Unidos se prepara para una tormenta invernal «única en una generación», como la ha descrito el servicio meteorológico nacional, el National Weather Service (NWS, en inglés), que sobre todo afecta el medio oeste del país y que se traslada hacia el noreste.
El propio presidente Joe Biden, advirtió este jueves a los estadounidenses que se tomen la tormenta «de forma extremadamente seria» y que sigan las recomendaciones de las autoridades.
«Esta es realmente una alerta meteorológica muy grave. Y va desde Oklahoma hasta Wyoming y de Wyoming a Maine. Y hay consecuencias reales, por lo que animo a todo el mundo, a todo el mundo a seguir por favor los avisos locales», dijo en declaraciones a los periodistas desde el Despacho Oval.
Biden subrayó que esto no es como un día de nieve normal, sino que es algo «serio», al tiempo que reveló que su Gobierno ha intentado contactar con los 26 gobernadores de los estados afectados.
En su última actualización de este jueves, el NWS pronóstico una «gran tormenta anómala» a lo largo del fin de semana, con nieve, fuertes vientos y bajas temperaturas «peligrosas».
El fenómeno meteorológico irá desde el norte de la Gran Cuenca, una zona hidrográfica que abarca Nevada, parte de Utah y California, Idaho, Oregón y Wyoming, hasta el norte del medio oeste, los grandes lagos y los Apalaches centrales y septentrionales.
El NWS indicó que habrá «una peligrosa masa de aire frío sin precedentes» por un frente del Ártico que llegará a los valles de Ohio y Tennessee esta noche.
Según la página web Flightaware, se han producido un total de 1.724 cancelaciones de vuelos dentro, hacia o desde EE.UU. este jueves.
Con información de EFE