Cientos de ciudadanos de distintos lugares de Brasil manifestaron su descontento debido a que se registran largas filas en algunos centros de votación. Según indicaron medios locales, esto se debe a que muchas personas no registraron su huella.
Vía INFOBAE
El retraso se ha atribuido a la recogida de datos biométricos, que aún no es obligatorio en todos los municipios. En Campinas, en la Escuela Estadual Coronel Firmino, la demora provocó una espera de varias horas. Incluso, dentro de los registrados, algunos tuvieron que intentarlo varias veces para obtener la validación y así poder votar.
El jefe de las mesas electorales del Centro Municipal de la Ciudadanía Rinaldo Delamare, en São Conrado, Rogério Emygidio, cree que “la falta de aglutinación de los candidatos” provocó la demora en la votación de la gente. “Los votantes no están trayendo un collar y por eso la demora”, indicó en declaraciones a O Globo. El “collar” es un trozo de papel en el que muchos llevan anotado el número de la boleta que van a elegir.
Por su parte, Rudi Baldi, juez de la Oficina Electoral Regional, garantizó que quien llegue antes de las 5 de la tarde, cuando cierren las urnas, no se quedará sin votar. “Quien llegue antes de las 17:00 votará. Las contraseñas se distribuirán en algunos casos, pero es bueno tener en cuenta que estas colas pueden disminuir a lo largo del día porque el proceso es muy dinámico. Esta consecuencia de la validación ya la esperábamos, pero al considerar este pequeño inconveniente para el votante y las ventajas que puede tener esta iniciativa, la balanza se inclinó hacia las ventajas”, agregó.
El diario citado consignó que la espera puede ser de hasta dos horas. Por ejemplo, en Fecomércio, en Flamengo, al sur de Río de Janeiro, donde vota el candidato al gobierno Marcelo Freixo, el inspector pidió a la gente que volviera más tarde. “Está demasiado lleno. En el interior todavía hay una larga cola. Si yo fuera tú, volvería a última hora de la tarde. Lo siento, pero está demasiado lleno”, expresó.