Un grupo de activistas LGBTI de Venezuela solicitó este martes al Consejo Nacional Electoral (CNE) la reserva del nombre «Unidos por la Dignidad (UPD)», que pretenden convertir en un movimiento político que represente, según sus impulsores, a todas las «causas sociales olvidadas» en el país y no solo a la diversidad sexual.
«No somos un movimiento LGBTI, somos un movimiento venezolano, de todos los sectores de este país que sabe que han vivido la discriminación y el abandono por parte del sistema», dijo Tamara Adrián, la primera diputada trans de Venezuela, a las afueras de la sede del CNE, en Caracas.
La abogada explicó que UPD aspira a convertirse en una organización con «carácter formal de representación electoral» que permita a sus integrantes elegir a sus dirigentes, pero también ser elegidos como líderes del movimiento o de algún cargo de elección popular en el futuro.
«Es un supra movimiento social, es un movimiento que jamás había sido intentado en Venezuela (…) busca integrar la demanda de todos los movimientos sociales», remarcó Adrián.
Por su parte, la abogada Richelle Briceño explicó que la petición hecha este martes ante el CNE es el primer paso de un proceso en el que se irán constituyendo los estatutos de la organización y su junta directiva, hasta llegar a la etapa de validación del movimiento, para lo que necesitarán recaudar firmas de apoyo.
UPD, aclaró Briceño, tendrá «representación política en la boleta electoral» y buscará «el máximo desarrollo económico, la máxima inclusión social y la máxima garantía de los derechos humanos», una meta en la que caben «todos los sectores sociales y movimientos políticos».
«Queremos erigirnos como ese centro que pueda producir el punto de encuentro en el país», agregó.
Con información de EFE