EFE.- Los ministros de Exteriores de la Unión Europea iniciaron este martes una reunión informal de dos días en Praga para debatir la manera de limitar la emisión de visados a los ciudadanos rusos que quieran entrar al territorio comunitario.
Los Veintisiete no tienen una posición unánime al respecto, ya que países como Polonia, Estonia, Letonia, Lituania y la República Checa están prohibiendo ya la entrada a los rusos que entran con un visado de turista, pero países como España, Francia o Alemania se oponen a un veto completo.
«Las personas privadas también tienen que entender que hay consecuencias de la guerra. Lo que literalmente están pagando con sus impuestos crean bombas que literalmente, en estos momentos, matan a niños ucranianos», dijo el ministro de Exteriores de Estonia, Urmas Reinsalu, a su llegada a la reunión.
En una línea similar se expresó su homólogo letón, Edgar Rinkevics, al afirmar que «ahora mismo, mientras Ucrania está sufriendo, sería moralmente inaceptable que los rusos estén visitando aún Europa con visados de turista».
En cambio, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, declaró a Efe que «no debemos cerrar las puertas a aquellos sectores rusos que no son favorables a la guerra, que quieren tener contacto con nosotros» y que «quieren conocer de primera mano la veracidad de la información» sobre lo que ocurre en Ucrania.
Del mismo modo se expresó la ministra de Exteriores francesa, Catherine Colonna, quien pidió «una clara distinción» entre «los que son responsables de la guerra» y «los ciudadanos rusos, artistas, estudiantes, periodistas, con los que debemos continuar teniendo un vínculo».
Unos argumentos a los que se opuso Rinkevics, porque «en los últimos treinta años ha habido millones de rusos (en la UE) y Rusia aún se comporta así».
El jefe de la diplomacia húngara, Peter Szijjarto, se opuso a la prohibición de los visados, al considerar que «no es una decisión apropiada bajo las actuales circunstancias».
Mientras tanto, el Gobierno de Estonia aun no ha decido su posición al respecto, aunque su ministra, Tanja Fajon, aseguró ser «más flexible» respecto a la posibilidad de suspender el acuerdo sobre la facilitación de expedición de visados que la UE firmó con la Federación Rusa en 2007.
Esta opción no supondría un veto total a la emisión de visados, como ha pedido a la UE el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, y defienden los países bálticos y del Este de Europa, pero sí encarecería los trámites que los ciudadanos rusos tienen que cumplir para pedir el documento.
Según varias fuentes diplomáticas consultadas por EFE, esta podría ser la solución de compromiso a la que lleguen los ministros de Exteriores, en una reunión informal en la que, por otra parte, no pueden tomar decisiones sino llegar a consenso políticos.