La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), exigieron una investigación exhaustiva de las causas de muerte de 51 migrantes, quienes fueron encontrados en un remolque abandonado en Texas.
En un comunicado en conjunto las organizaciones hicieron un llamado «a las autoridades de ambos lados de la frontera para que investiguen rigurosamente y lleven ante la justicia a todos aquellos que, con su insensible desprecio por la vida humana, contribuyeron a este terrible incidente”.
“Esta no es la primera ni será la última tragedia de este tipo, ya que los traficantes de personas siguen aprovechándose de los migrantes y otras personas vulnerables que solo buscan una vida mejor para ellas y sus familias”, declaró Michele Klein Solomon, Directora Regional de la OIM para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe.
De acuerdo con el Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la OIM, casi 3.000 personas han sido reportadas como desaparecidas o fallecidas al tratar de cruzar la frontera de México a Estados Unidos desde 2014; esta última tragedia eleva el número total de muertes en los primeros seis meses del año a 290.
“Sin suficientes vías regulares para buscar protección, personas vulnerables y desesperadas seguirán siendo presa de los traficantes o se verán forzadas a recurrir a medidas desesperadas para cruzar las fronteras. Entre las personas que emprenden estos viajes se encuentran solicitantes de asilo y refugiados que huyen de la violencia, la persecución y las violaciones de los derechos humanos, así como migrantes, víctimas de trata de personas y otros”, declaró Matthew Reynolds, Representante de ACNUR para Estados Unidos y el Caribe.
“Lo que se necesita son alternativas más seguras a estos peligrosos desplazamientos irregulares, que garanticen un acceso expedito a los procedimientos de asilo para quienes buscan protección internacional. Evitar la pérdida de vidas debe ser la prioridad para todos”, añadió Reynolds.